Boa Leucística, "La Princesa Diamante". Otro capricho de la Naturaleza y la triste realidad de la cría selectiva y la codicia del ser humano.
Lo primero que me he planteado al escribir este texto, es lo que como otras veces he sugerido; ¿Valoramos realmente el regalo que nos ofrece la madre Naturaleza? ¿Hasta dónde se está dispuesto a llegar para especular con el valor de los animales y a mentir sobre el verdadero origen de una raza geológica para defender un proyecto de cría selectiva?
BOA LEUCÍSTICA:
¿UNA CONSTRICTOR CONSTRICTOR, O QUIZÁS UN CRUCE SELECTIVO CON CONSTRICTOR IMPERATOR?
BOA LEUCÍSTICA:
¿UNA CONSTRICTOR CONSTRICTOR, O QUIZÁS UN CRUCE SELECTIVO CON CONSTRICTOR IMPERATOR?
Historia de un posible caso de contrabando. “Información extraida
de National Geographic”
En 2006, de casualidad, en Río de Janeiro fue vista por primera
vez un espécimen
leucístico de Boa Constrictor Constrictor. Este es el primer avistamiento de Boa leucística salvaje
conocido del mundo, y parece ser que se han reportado avistamientos
adicionales de dos Boas leucísticas en América Central, aunque es bastante
improbable que pueda repetirse algo semejante.
Se trata de un defecto en la producción de melanina por
parte de los melanóforos, que nos ofrece una Boa verdaderamente impresionante,
ya que ese rasgo genético recesivo hace que sus portadores mantengan la coloración normal de los
ojos a diferencia de los albinos, en los que la ausencia de color no sólo se
manifiesta en los ojos sino también en la piel.
La Boa fue rescatada y enviada al zoológico de Niterói. El
fabuloso hallazgo fue anunciado a través de YouTube posteriormente. Esto causó
un gran revuelo, y rápidamente fueron muchos los interesados en adquirir el
ejemplar, cuyo valor se dijo que podía estar entre 350.000 y 1.000.000 de
dólares.
Las leyes de exportación son diferentes en cada país, y en
Brasil sólo se permite la exportación de una serpiente capturada en la
naturaleza con un permiso especial, imposible de conseguir en semejante caso.
Sin embargo, parece ser que un criador de serpientes estadounidense, se
encaprichó de esa Boa y viajó a Río de Janeiro en 2006, probablemente para visitar
el zoológico de Niterói, repitiendo su visita en enero de 2009. Los registros
de entrada mostraron que el criador americano y su hermana, habían entrado y
salido de Brasil a pie el mismo día 22 de enero, en un pequeño pueblo llamado
Bonfim en el extremo norte del país, en la frontera con Guyana. Curiosamente en
el mismo año 2009, el criador americano se propuso criar una Boa leucística
similar, llamando a su proyecto Princesa
Diamante. En el año 2010 había producido un puñado de bebés y en 2011
comenzó a ofrecer serpientes Princess
Diamond a la venta. Los precios oscilaron entre $ 12,500 y $ 25,000, diez a
cien veces más altos que para otras Boas, lo que refleja el valor comercial de
las serpientes con el potencial de tener descendencia completamente blanca.
Es interesante saber que, en el año 2011, la Agencia
Nacional de Medio Ambiente de Brasil (IBAMA) cerró el zoológico de Niterói por
maltrato de animales. La inspección reveló la desaparición de ¾ partes de los
animales del zoológico, incluida la Boa leucística. La administradora del
zoológico, testificó que se había llevado la Boa a casa para cuidar de ella,
pero que la serpiente había muerto. El veterinario del zoológico de Niterói,
encargado del seguimiento de la Boa dijo haber sido avisado del fallecimiento
del ejemplar leucístico, pero que no pudo realizar ninguna comprobación al respecto,
ni tan sólo practicar unan necropsia. Esto desencadenó una investigación sobre
la posibilidad de contrabando y un informe completo que detallaba la
desaparición de la serpiente y dónde podría haber ido.
Así comenzó la llamada Operación
Lucy. IBAMA había encontrado fotos y videos de lo que parecía ser una
serpiente idéntica en varios lugares de Internet: YouTube, foros en línea,
Facebook, todos conectados con el criador de serpientes estadounidense.
Al intentar confirmar
que la Boa blanca de dicho criador, Princess Diamond, era la de Brasil,
recibieron como respuesta del propio criador que su Boa leucística era un
ejemplar de Boa Imperator, y no de Constrictor Constrictor, pero la inspección
siguió en curso. Las técnicas de zoometría para comparar rasgos fueron empleadas
en esta investigación determinando que, en ambos ejemplares comparados mediante
fotografía y video, se podían observar manchas negras en ubicaciones idénticas
en la espalda, los lados izquierdos y las mejillas derechas. Y que ambos ejemplares
tenían manchas amarillentas idénticas en la nariz y la cara.
Los registros de entrada mostraron que esos turistas americanos
no eran normales y demasiado coincidentes, dadas las fechas de los mismos y su
corta estancia en un poblado del Amazonas, además de que tenían múltiples
boletos fuera de Brasil por varios medios de transporte, “una estratagema que
los contrabandistas a menudo usan para evitar la vigilancia”.
Los registros telefónicos del administrador del zoológico
Candiotto demostraron que estaba en Manaos al mismo tiempo que el criador
estadounidense, y que su esposo, quien también trabajaba en el zoológico, viajó
con el americano ese mismo día. El examen de sus registros bancarios mostró un
depósito en ese momento de 500,000 reales (alrededor de $ 250,000).
Según se cita en la investigación, el americano llegó a
Brasil en 2009, el mismo año en que la Boa Constrictor Constrictor leucística
brasileña desapareció del zoológico de Niterói y el mismo año en que comenzó su
proyecto Princess Diamond en los
Estados Unidos.
El 5 de septiembre de 2013 las autoridades federales de los
Estados Unidos recorrieron las instalaciones del criador en Utah y confiscaron
a ocho de los bebés de la Boa blanca, pero no encontraron a la madre, pues el
criador afirmó que había muerto en enero de 2013, “año en el que éste aún subía
videos de la misma Boa”, supuestamente muerta.
El 8 de enero de 2014, los citados estadounidenses fueron
acusados en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Utah por importar
ilegalmente la boa blanca. La acusación dice que trajeron la serpiente de
Brasil a Guyana, donde un veterinario proporcionó un certificado de origen
falso diciendo que había sido capturado en Guyana y que Stone luego utilizó
esta información falsa para importar la Boa (junto con otras) a los EE. UU.
También se señala que el criador estadounidense cruzó la Boa con otros
ejemplares, “posiblemente con Boas Constrictor Imperator” para vender
posteriormente su descendencia a diversos compradores en los Estados Unidos,
Canadá y Europa.
La entrada en Europa:
-
Una de las crías de la Boa Constrictor Constrictor
robada en Brasil, fue vendida a un criador de serpientes italiano, quien
adquirió de buena fe el ejemplar en junio de 2013 y logró producirlo como la Princesa Diamante. Una de las
teorías de las
autoridades brasileñas sobre la desaparición de la Boa, es que el animal está
vivo y fue enviado a algún lugar fuera del alcance de la policía, tal vez a un
colega del criador americano en Canadá o Europa.
-
Un criador alemán que curiosamente utiliza en
mismo nombre de Princesa Diamante
para su proyecto, afirma que en 2005 recibió una llamada especial de un amigo
que le mostró por primera vez el ejemplar de Boa leucística, y que, al quedarse
prendado de ella, trabajaron en secreto las negociaciones para obtener el animal. Desde
ese momento, muy pocas personas sabían de la existencia, y algunos criadores de
EE.UU. le ayudaron a mantener el proyecto en secreto para poder establecerlo
para la futura cría de estas espléndidas Boas.
En 2010 tuvo la suerte de poder producir
una camada, sólo que él asegura que sus Boas son Constrictor Imperator, y no Constrictor
Constrictor como las de la primera cepa. También afirma que, como diferencia
genética, sus Boas presentan los siguientes caracteres:
·
- Tiene una cabeza en forma de diamante sin hoyos.
- Tiene un ojo negro azabache con una pupila roja.
- Tiene unas pocas escamas de pigmento a través de su cuerpo, similares a muchos otros animales blancos
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